Matthei desafía a Bachelet a realizar primer debate presidencial
Candidata oficialista dijo que “ambas queremos lo mismo para el país, pero las propuestas van a ser bien distintas”.
Aplaudiendo mientras un artista callejero tocaba en guitarra eléctrica una canción de Santana, empezó ayer Evelyn Matthei un breve recorrido por el paseo Bellamar, en el borde costero de San Antonio. La abanderada presidencial gremialista llegó cerca del mediodía, acompañada por la diputada María José Hoffmann (UDI) y el candidato a parlamentario Fernando Rodríguez (RN).
Fue ese el momento que la ex ministra del Trabajo escogió para lanzar una ofensiva ante la candidata de la oposición, Michelle Bachelet: desafiarla a un primer debate de cara a las elecciones de noviembre próximo.
El jueves, antes de regresar de dos semanas de vacaciones en Nueva York, Bachelet señaló que “espero que la candidatura de Matthei permita una campaña donde se intercambien ideas, de debate limpio y de altura”.
Consultada ayer sobre esto, Matthei respondió que “yo le digo altiro que acepto todos los tipos de debate. Y la invito a que hagamos debates ante todo Chile, sobre cómo seguir creando empleo y tener una mejor calidad de la educación. Acepto todos los debates”.
A su turno, el generalísimo de la ex secretaria de Estado, Joaquín Lavín, indicó que esperan que el debate “sea lo antes posible y que sean varios”.
Según explican personeros del comando oficialista, las declaraciones de Bachelet sobre un “debate limpio” fueron leídas como un nuevo intento opositor por destacar el perfil más “duro” de la ex ministra. A fines de julio, de hecho, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) y el vocero del comando Alvaro Elizalde habían pedido a la candidata UDI mantener “una campaña limpia y sin agresiones” y “cuidar el buen uso del lenguaje”.
En este contexto, dicen en el equipo de Matthei, el desafío a debatir funciona como una “llave de judo: tomas la fuerza de la crítica velada de Bachelet para devolvérsela, pero cuidando de no mostrar ningún tipo de agresividad”.
Además, se apuntó a otro objetivo: equiparar a ambas candidatas en términos de posicionamiento, para diferenciarse en los contenidos. Esto, conscientes de la ventaja de Bachelet en las encuestas.
“Creo que ambas queremos lo mismo para el país, pero las propuestas van a ser bien distintas… Yo espero que sea un debate de altura y que sea más de uno”, agregó Matthei, tras terminar la actividad en San Antonio.
Y Lavín añadió otro elemento: “sobre formato, a nosotros nos gustaría un debate directamente entre Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, para que Chile conozca sus propuestas y pueda decidir”.
En los días previos, los análisis en el comando de Bachelet apuntaban a que el ingreso de Matthei polarizaría el escenario presidencial entre ella y Bachelet, perjudicando a los otros candidatos.
Cautela opositora
El planteamiento de Matthei fue recibido con cautela desde la oposición. El timonel del PS, Osvaldo Andrade, valoró que la candidata oficialista propusiera a un debate “con altura de miras, sin ningún tipo de groserías o declaraciones destempladas, pero agregó que “habrá que ver cómo se hace en la práctica, porque son varios más los candidatos y hay que considerarlos a todos”.
“Los candidatos cuando están mal en las encuestas empiezan a pedir debates a otros candidatos”, retrucó, a su turno, el presidente del PPD, Jaime Quintana.
Pese a consultas de La Tercera, el comando de Bachelet evitó opinar.
Quien también entró al debate fue el abanderado del PRO, Marco Enríquez-Ominami, quien tras el ingreso de Matthei a la contienda presidencial reforzó su despliegue, sumando a su esposa, la animadora de televisión Karen Doggenweiler. “No me sorprende, Bachelet no quiere debatir y, cuando lo hace, pone reglas para que sea un debate de plástico. Y Matthei quiere mantener la colusión a las que nos tienen acostumbrados. El debate que ellas van a tener va a ser como si lo hubieran organizado las farmacias, las eléctricas y los pollos”.