Editor del New York Times: artículos sobre Cuba buscan influenciar a legisladores

The New York Times cree que con los cinco editoriales, en inglés y en español, dedicados a Cuba en cinco ediciones de fin de semana seguidas, ha “fortalecido el debate” sobre las relaciones entre Washington y La Habana, al menos eso ha dicho a BBC Mundo Andrew Rosenthal, quien encabeza el Comité Editorial del diario.

En poco más de un mes, el periódico ha mostrado un interés desmesurado por la Isla. Ha pedido el fin del embargo, que el régimen de Raúl Castro salga de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, ha criticado los fondos destinados a promover la democracia en Cuba y ha respaldado un canje de los tres espías cubanos presos en Estados Unidos por el contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado en la Isla.

La insistencia en el tema cubano, que no es relevante en el ámbito doméstico estadounidense ni uno de los principales frentes en política exterior para Washington, ha hecho pensar que la intención The New York Times va más allá del objetivo periodístico de declarar una posición sobre determinado asunto. La de Rosenthal es la primera explicación.

Según dijo el periodista a BBC Mundo, los cinco artículos seguidos se corresponden con la postura histórica que ha tenido el diario sobre Cuba y el embargo. También con la opinión de que “por primera vez en más de 50 años”, se dan las condiciones para una reanudación de relaciones entre Washington y La Habana.

A juicio del periódico, el Gobierno cubano se está preparando para una “era post-embargo” con las limitadas reformas que está implementado, mientras hay un creciente número de voces en Estados Unidos que abogan por una mayor cercanía.

Además, argumenta Rosenthal, en Washington se está discutiendo que el presidente Barack Obama tiene una oportunidad importante de señalar cambios políticos hacia Cuba en los próximos meses, antes de la Cumbre de las Américas de abril, donde puede coincidir con Raúl Castro, quien en diciembre debe ser formalmente invitado por el país anfitrión, Panamá.

Según Rosenthal, lo que pretende el diario es “influenciar a los legisladores estadounidenses a medida que continúan contemplando las políticas sobre Cuba” y “fomentar reformas en la Isla para empoderar a los cubanos comunes y corrientes y aumentar las libertades personales”.

La apuesta por el tema Cuba coincide con la llegada a las páginas editoriales de Ernesto Londoño, un periodista colombiano quen trabajó en The Washington Post.

Desde su contratación en septiembre, The New York Times no solo empezó a publicar algunos de sus editoriales en español, sino que aumentó su énfasis en América Latina con artículos sobre Colombia, Bolivia y Venezuela.

The New York Times es considerado uno de los diarios más influyentes de Estados Unidos. Sus editoriales tienen resonancia en los círculos políticos de Washington y en los internacionales.

Rosenthal mostró satisfacción porque cree que los último cinco artículos sobre Cuba han “fortalecido el debate” en Estados Unidos, en la Isla y en América Latina.

La prensa de la Isla, totalmente controlada por el Gobierno, ha reproducido algunos y reseñado otros. El propio Fidel Castro citó en una de sus columnas casi todo el editorial del periódico neoyorquino que pide el fin del embargo.

Pero algunos expertos son escépticos sobre el efecto que puedan tener.

“No asumiría demasiado de (los artículos) de The New York Times, aunque sí son un pilar más de apoyo para que actúe la Casa Blanca”, dijo a BBC Mundo Ted Piccone, analista de temas latinoamericanos en el centro de estudios Brookings, de Washington.

The New York Times “a veces tiene una sensación inflada de poder e influencia”, consideró Piccone y añadió que no cree que por sí mismos los editoriales sean muy influyentes.

Rosenthal, por su parte, avisa que el diario seguirá buscando ángulos “que alimenten el debate” sobre Cuba.

Diario de Cuba

Por qué The New York Times quiere que se acabe el embargo a Cuba

El diario estadounidense The New York Times ha publicado cinco editoriales sobre Cuba en cinco semanas consecutivas, todos en sus ediciones de fin de semana, todos en inglés y en español.

En ellos, los editorialistas piden que Estados Unidos le ponga fin al embargo que mantiene desde 1960, retire a la isla de su lista de países patrocinadores del terrorismo, deje los “esfuerzos ocultos para derrocar el gobierno” en La Habana y restaure las relaciones diplomáticas de más alto nivel, ausentes desde 1961.

El periódico también defiende la idea de un intercambio de presos que permita la liberación del subcontratista gubernamental estadounidense Alan Gross, detenido en Cuba desde hace casi cinco años, a cambio de tres agentes de inteligencia cubanos que fueron condenados en Estados Unidos por espionaje.

“Un canje podría abrir el camino para reanudar lazos diplomáticos, lo cual permitiría que Estados Unidos tuviera mayores oportunidades de fomentar cambios positivos en la isla mediante la expansión de comercio, turismo y mayor contacto entre cubanos y norteamericanos”, dice el editorial sobre ese tema, del 2 de noviembre.

“De lo contrario, se perpetuará la enemistad que ha reinado durante más de 50 años, continuando así un ciclo de desconfianza y actos de sabotaje por ambos lados”.

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¿Por qué cinco editoriales ahora?

El editor de las páginas editoriales de The New York Times, Andrew Rosenthal, le dijo a BBC Mundo que los cinco artículos del último mes corresponden con la postura histórica que ha tenido el diario sobre Cuba y el embargo.

Pero no deja de llamar la atención, más allá de que concuerde con una opinión de vieja data, que el periódico esté publicando tantos editoriales sobre el mismo país y con intervalos claramente definidos.

La razón para hacerlo ahora es que el diario considera que “por primera vez en más de 50 años”, la situación política de ambos países está dada para que se puedan reanudar las relaciones.

El periódico destaca cómo Cuba se está preparando para una “era post-embargo” con las reformas que ha implementado, mientras hay un creciente número de voces en Estados Unidos que abogan por una mayor cercanía con ese país.

Además, en Washington se está discutiendo cómo el presidente Barack Obama tiene una oportunidad importante de señalar cambios políticos sobre Cuba en los próximos meses, antes de la Cumbre de las Américas en abril, donde puede coincidir con el mandatario cubano Raúl Castro, quien fue invitado por el país anfitrión, Panamá.

Según Rosenthal, lo que en últimas busca el diario es “influenciar a los legisladores estadounidenses a medida que continúan contemplando las políticas sobre Cuba” y “fomentar reformas en la isla para empoderar a los cubanos comunes y corrientes y aumentar las libertades personales”.

Esta apuesta coincide con la llegada a las páginas editoriales de Ernesto Londoño, un periodista colombiano quien trabajó en The Washington Post.

Desde su contratación en septiembre, el periódico no sólo empezó a publicar algunos de sus editoriales en español, sino que aumentó su énfasis en América Latina con editoriales sobre Colombia, Bolivia y Venezuela.

BBC

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