El punto de partida – Diario La Hora, Guatemala

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

En medio de este desinterés que hay entre la población por el tema electoral, un debate entre candidatos vicepresidenciales resulta poco atractivo y más cuando los organizadores están interesados en escuchar “propuestas” que no son más que la paja que cada cuatro años se le da al pueblo ofreciendo mejorar la salud, la educación, la seguridad y esa lista de promesas cajoneras que se encuentran en todos los “programas de gobierno” que elaboran técnicos, a veces con buena voluntad, pero que los candidatos no llegan ni a hojear.

Entre todas las propuestas que se escucharon anoche sólo un candidato abordó el tema del agotamiento del sistema político y su absoluta necesidad de reforma. Sin embargo, a los analistas les pareció que se encasilló en “lo mismo” y que repitió varias veces el mismo planteamiento. La verdad es que sin atacar ese problema que es la raíz de nuestros males, todo lo demás que se diga son puras babosadas, porque significa dejar intacto a un sistema que está hecho no para servir al pueblo, sino para que los políticos puedan sacar la mayor raja de su paso por el poder.

El punto de partida de cualquier cosa que se quiera hacer positivamente en el país es la reforma profunda del sistema que se tiene que hacer de manera radical porque cada día el Congreso nos demuestra que allí está el gran valladar para producir los cambios. De manera sistemática, la clase política ha ido moldeando el sistema para que sirva de manera puntual a sus intereses y ambiciones personales. No son sólo la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sino la Ley de Compras y Contrataciones, la facilidad para crear fideicomisos públicos, el uso perverso de las compras por excepción, los contratos viciados que simulan negocios, como los arrendamientos con opción de compra o las concesiones mostradas como arrendamientos. La lista es larguísima porque se fue estructurando por mentes astutas que encontraron los vericuetos para crear el modelo que facilita a los que se aprovechan del sistema de elección para llegar a los cargos públicos.

Qué mejora a la educación se puede ofrecer mientras el sistema educativo siga secuestrado por un pacto colectivo negociado para sobornar a la dirigencia sindical. Lo mismo pasa en Salud y en cuanto a seguridad ciudadana, mientras haya impunidad porque los jueces venales no cumplen, no habrá freno a la delincuencia.

Seguir ofreciendo el oro y el moro sin reparar en que el punto de partida es la reforma del sistema demuestra cuán vacíos son los políticos y, lo peor, cuán vacíos son los analistas que reclaman promesas falsas.

La Hora

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