El Gobierno de Colombia privatiza la principal empresa eléctrica del país pese a la resistencia de diversos sectores

La venta de Isagén no tiene reversa. Hoy miércoles el Estado colombiano se desprenderá del 57,6 % de sus acciones en esta empresa generadora de energía, cuando dicha participación sea subastada.

Tras el retiro de la firma chilena Colbún de la puja por una de las ‘joyas de la corona’ del patrimonio estatal, la canadiense Brookfield quedó como única empresa interesada.

Los representantes de esta firma llegarán a la Bolsa de Valores de Bogotá, a las 8:30 de la mañana, entregarán un sobre con toda la documentación y se conocerá el monto de su propuesta para adquirir la mayoría accionaria de Isagén.

Se estima que serán 6,7 billones de pesos. Y como son los únicos oferentes, se convertirán en los nuevos dueños de una de las empresas más rentables del país, pues en el año 2014 obtuvo un beneficio neto de 436.538 millones de pesos (unos 135 millones de dólares de hoy) y unos ingresos de 2,33 billones de pesos (unos 714 millones de dólares de hoy).

Nada detendrá este proceso. Sin embargo, los opositores de esta decisión no escatiman esfuerzos para atajar el negocio. El Polo Democrático convocó para las 7:00 a. m. centrales obreras, partidos políticos y las organizaciones sociales y gremiales opuestas a la venta de Isagén, a un plantón frente a la misma sede de la Bolsa de Valores de Colombia, en Bogotá.

“Con la venta de ISAGÉN nos quedamos sin empresa, sin utilidades, con mayores tarifas de energía y con necesidad de aumentar impuestos”, dijo la presidenta del partido, Clara López. “Llamamos a todos los colombianos y organizaciones sociales a manifestarse de manera pacífica y democrática contra esta inconveniente decisión del gobierno del presidente Santos y asistir a las distintas convocatorias que en tal sentido se adelanten en todo el país”, agregó.

La primera de esas manifestaciones tuvo lugar en la tarde de este martes en la Plaza de las Luces de la ciudad de Medellín, plantón que, entre otras, fue apoyado por dirigentes del uribismo.

Además de estas manifestaciones, varios congresistas decidieron radicar un recurso de insistencia ante el Consejo de Estado con el propósito de detener la subasta. Pero esa jugada resultó negativa.

El Consejo de Estado, en la tarde de este martes, negó las pretensiones. El magistrado ponente, Jorge Octavio Ramírez, consideró que no había razones jurídicas que respaldaran este pedido. Por eso, concluyó que no era necesario suspender la venta mientras se estudiaba la legalidad de la decisión del Gobierno.

Su principal argumento es que la demanda no va dirigida contra la subasta, sino contra la validez de los decretos en los que se da vía libre a la venta de Isagén. Como la acción no cuestiona el proceso del que sería partícipe un solo oferente, el magistrado cree que su desarrollo en nada afectaría las pretensiones de los demandantes.

El senador Antonio Navarro Wolff (Alianza Verde) había defendido el recurso radicado bajo el argumento que “Isagén es de todos los colombianos y debe ser una empresa de todos y debe seguir siendo pública y nacional. Isagén no se vende porque es nacional, pública y eficiente. Isagén se defiende”.

Este recurso, según Navarro, se agregaba a la demanda que él y otros 11 senadores presentaron meses atrás y que ya fue admitida por la Sección Cuarta en contra de Decreto que autorizó la venta del 57,61 % de las acciones de Isagén. Pero su esfuerzo resultó en vano.

Pese al consenso político contra la venta de Isagén, este miércoles, contra viento y marea, Colombia se despedirá de uno de sus mayores activos.

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Las razones de Cambio Radical para apoyar la venta de Isagén

La primera gran controversia política del año no ha sido el proceso de paz. Aunque este es el año decisivo para el fin del conflicto, la subasta de Isagén, que tendrá lugar este martes a pesar de que sólo hay un ofertante, se ha convertido en el asunto que más ha ocupado a los dirigentes políticos del país.

Todos, sin excepción, se han pronunciado. Y lo particular es la forma como lo han hecho. Salvo en el Partido de la U, incondicional a las decisiones del presidente Juan Manuel Santos, esta controversia ha generado coincidencias hasta antes inesperadas.

Desde orillas opuestas, la venta de Isagén ha puesto en sintonía a históricos contradictores. Desde Álvaro Uribe hasta Jorge Robledo, Horacio Serpa a Gustavo Petro, o, lo que es igual, el uribismo, el Polo, liberales, verdes, progresistas, algunos conservadores y hasta las FARC, se declaran en oposición a la venta de una de las empresas más valiosas del Estado, que mantiene el 56 % de participación accionaria: toda una ‘joya de la corona’.

A tal punto ha llegado la controversia, que el Partido Liberal, aliado incondicional del presidente Santos, insinuó que si se vende Isagén se marginan de la Unidad Nacional. De esta coalición hace parte también Cambio Radical, que, a diferencia, se la juega a fondo con la venta de esta generadora de energía. Incluso, su director, Rodrigo Lara Restrepo, la define como “una decisión acertada en un momento oportuno”.

Cambio Radical esgrime ocho razones para que el Estado se desprenda de su participación, que es del 56 % del paquete accionario. Dicen que el mercado energético no necesita del Estado, que las intenciones de vender Isagén es una idea prevista desde el gobierno de Andrés Pastrana, o que es el mejor momento para esta venta.

“Colombia debe mantener tasas de inversión en la economía cercanas al 30 % del PIB a fin de crecer lo suficiente y generar empleo. Sin inversión, hay recesión y desempleo”, dice un comunicado del partido.

También aseguran que las acciones se van a vender a muy buen precio para el país. Se estima que ingresarán al Estado por lo menos 6,3 billones de pesos. Isagén, en el 2014, obtuvo unos ingresos de 2,33 billones de pesos y un beneficio neto de 436.538 millones de pesos.

Pero más allá de estos argumentos de corte económico, en materia política, la venta de Isagén sí puede beneficiar a alguien: las aspiraciones de Cambio Radical y su máximo líder, el vicepresidente Germán Vargas Lleras.

Todo porque, según lo ha explicado el Gobierno, los recursos de la venta de Isagén serán invertidos en el programa de carreteras de cuarta generación (4G), que para la actual administración son necesarias para superar el histórico atraso del país en materia de infraestructura.

Para nadie es un secreto que así como el presidente Santos se ha jugado su capital político en la paz, Vargas Lleras ha apostado por una revolución en la modernización de vías, puertos y aeropuertos, además de liderar el programa de 100.000 casas gratis para los más pobres. Todo el país sabe que el vicepresidente estará en la grilla de partida para la Presidencia en el 2018, y sus posibilidades, en buena parte, estarán determinadas por su gestión.

“Los cerca de 6,3 billones de pesos que se obtendrán con la venta de Isagén no se destinarán a gasto corriente del Gobierno. El propósito es capitalizar la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), un banco de desarrollo nacional con reglas de funcionamiento corporativo y con socios de capital privado, lo que asegura un manejo profesional y serio”, se ha dicho desde Cambio Radical.

Añade un comunicado del partido que “un banco de desarrollo, como los que tienen Brasil, China y la Unión Europea para sólo citar unos ejemplos, es una extraordinaria herramienta de crecimiento para un país. Su propósito es financiar proyectos de infraestructura y servir de catalizador para que el ahorro privado haga lo mismo”.

Vargas Lleras no es el dueño de la chequera, pero con la venta de Isagén será uno de los mayores beneficiados. Por obvias razones, Cambio Radical apoya al presidente Santos en esta polémica decisión.

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Las razones de Santos para vender Isagén

A pesar de las advertencias de una posible ilegalidad de parte del Gobierno al vender Isagén en una subasta con un solo proponente, y de la oposición de un amplio sector del país, el presidente Santos insiste en los beneficios de la venta que se realizaría hoy en contra de viento y marea y con la firma canadiense Brookfield Asset Management como única oferente en la subasta.

El presidente Juan Manuel Santos explicó nuevamente a través de estos diez puntos las razones por las cuales no está dispuesto a cambiar de opinión y condena que con la venta de empresa generadora de energía el país obtendría mayores beneficios:

01. Las condiciones del mercado son excelentes. Isagén es un activo muy atractivo por su solidez financiera y eficiencia, y por lo tanto la participación de la Nación se va a vender a un precio muy beneficioso para el país.

02. Venta de Isagen ayudará a financiar las inversiones necesarias en infraestructura como las concesiones viales de 4G, lo que a su vez se traducirá en inversión social y reducción de la tasa de desempleo.

03. El retorno obtenido por la Nación en Isagen se limita predominantemente a los dividendos anuales. Con el promedio de $107 mil millones anuales de dividendos que generó ISAGEN en los últimos 5 años, el tiempo que tardaría la Nación en poder obtener los casi $6,5 billones, que es el precio base de venta, sería de más de medio siglo.

04. Si se considerara una situación excepcional de dividendos promedio del orden de los $200.000 millones, la Nación tardaría más de 30 años en obtener los casi $6,5 billones del precio de venta de Isagen.

05. El activo seguirá en Colombia generando energía y empleo de manera responsable, no se va del país. Adicionalmente la venta de la participación de la Nación en Isagen no tiene impacto en la estructura tarifaria del abastecimiento de energía.

06. Permite al nuevo propietario tomar la decisión de capitalizar la empresa para desarrollar nuevos proyectos; decisión que el Gobierno difícilmente puede tomar por las restricciones de tipo presupuestal.

07. Los usuarios pueden estar tranquilos que no se verán afectados por la venta de la participación de la Nación. El sector de generación eléctrica es un sector altamente regulado. Colombia es un ejemplo en esta materia, y la regulación asegura que las empresas participantes, tanto públicas como privadas, sean eficientes y que los costos para los usuarios sean bajos.

08. El precio de $6,5 billones es sólo el punto de partida, pues la venta se ha diseñado para procurar que se realice a través de una subasta de manera competitiva, con lo que se busca generar una puja por parte de los interesados, que permitirá vender al mejor precio posible.

09. El trabajo del gobierno con Isagen ya está hecho: La industria de generación eléctrica es madura en Colombia. La forma de contribuir a la estabilidad del sector es a través de la regulación y no a través de la propiedad de empresas, cuya finalidad esencial no es regular, ni intervenir el mercado, ni participar como actor social, sino fundamentalmente prestar un correcto y eficiente servicio.

10. El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 establece los términos para que recursos producto de la enajenación, sean destinados al Fondo Nacional para el Desarrollo de la Infraestructura (FONDES), dedicado exclusivamente a promover e invertir directa e indirectamente en infraestructura, de forma que estos sean invertidos en los proyectos que más beneficios le generan al país.

Las 2 Orillas

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