Santos exige a las Farc “una fecha fija, precisa y clara” para el desarme total

El presidente Juan Manuel Santos ratificó este martes que las Farc no le han dado al Gobierno una fecha exacta para la finalización del desarme del grupo guerrillero, y dijo que esa es una de las razones por las cuales no se firmó un acuerdo definitivo el 23 de marzo, fecha que se habían puesto él y ‘Timochenko’ para sellar la paz.

“El Gobierno exige una fecha fija, precisa y clara para que termine el proceso de desarme”, afirmó el Presidente en una corta intervención pública en la cual estuvo acompañado por el jefe de su delegación en los diálogos con las Farc, Humberto de la Calle, y por el comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo.

El mandatario respondió así a versiones de personas cercanas al grupo guerrillero, según las cuales las Farc no se resisten a ponerle una fecha concreta a su desarme total. Aseguraron incluso que una fecha exacta fue puesta por esa guerrilla en la mesa de negociación de La Habana el Martes Santo y que era tan cercana que los mismos delegados del Gobierno quedaron sorprendidos.

Esa versión, a su vez, se dio en respuesta a un artículo publicado por EL TIEMPO el domingo pasado, sobre las razones que impidieron que el miércoles santo, 23 de marzo, el Gobierno y las Farc se pusieran de acuerdo sobre una hoja de ruta –propuesta por el grupo guerrillero– para la fase final del proceso de paz.

El artículo, titulado ‘La apuesta de las Farc que trancó las negociaciones’, señalaba como la causa principal del desacuerdo en la hoja de ruta que las Farc no se comprometían en ese documento con una fecha para cumplir con el desarme total.

Sobre este punto, decían en su propuesta al Gobierno que la dejación total de las armas ocurriría “a partir del 31 de diciembre” del 2016.

Al ratificar este lunes este hecho, el presidente Santos dijo que “por ningún motivo esa fecha puede quedar abierta” y que “las Farc tienen que haber dejado las armas y haber dado el paso hacia la legalidad para poder hacer política y circular por el territorio nacional”.

El mandatario reiteró que no por firmar un acuerdo de paz pronto va a firmar cualquier acuerdo con las Farc, y que la dejación total de las armas debe ser una garantía para el país.

Por lo pronto, lo que sí está claro entre las partes y en lo que no hay controversia es en que el desarme de la guerrilla comenzará 60 días después del acuerdo final.

“El Gobierno no puede permitir que ningún colombiano –en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas– quede desprotegido, como ocurrió en el Caguán”, agregó Santos en alusión a esa zona del país, en la que las Farc permanecieron armadas durante más de tres años mientras sostenían diálogos de paz.

El Presidente confió, por último, en que el Gobierno y las Farc encontrarán “soluciones razonables” a los problemas que están enfrentando hoy.

Y sostuvo que, a pesar de las dificultades que ha habido en esta etapa final de los diálogos, “estamos cerca” de lograr la paz.

Se supone que en el próximo ciclo de conversaciones el Gobierno y las Farc retomarán los puntos difíciles de la hoja de ruta que podría conducir al acuerdo final.

El Tiempo

Si paramilitarismo no se resuelve es difícil hablar de fecha para la dejación de armas: Piedad Córdoba

La vocera de Marcha Patriótica, y de Colombianos y Colombianas por la Paz, Piedad Córdoba, afirmó que mientras el Gobierno Nacional no de una solución concreta al problema del paramilitarismo, es difícil que las Farc cuenten con las garantías suficientes para fijar la fecha del desarme total.

Luego de que el presidente Juan Manuel Santos exigiera esta fecha para llegar a un acuerdo definitivo, la exsenadora afirmó que “si ese tema no se resuelve, es muy difícil hablar de una fecha determinada para la dejación de armas”.

“No solamente por el tema en sí mismo de la insurgencia, sino que el movimiento político y social del país está muy preocupado”, frente al incremento de las acciones violentas contra la izquierda en el país.

Asegura que van 115 líderes de Marcha Patriótica asesinados en los últimos 2 años, “28 de ellos en el último mes, entonces ya no sabe uno qué hacer, ni a quién expresarle, ni ante quién quejarse”.

Según Córdoba “se está configurando un genocidio contra la Marcha Patriótica. No queremos que se repita lo de la Unión Patriótica, ni que sigan ocurriendo estas cosas, porque es indiscutible que esto está afectando la mesa en La Habana y la va a afectar más”, al igual que se afecta el proceso de conversaciones con el ELN.

“Es muy fácil hablar de una fecha, es muy fácil poner un límite, pero es muy difícil controlar el paramilitarismo en el país y eso es lo que estamos exigiendo al Gobierno Nacional”, puntualizó la vocera de Marcha Patriótica.

Caracol

¿Qué es lo que significa dejar las armas para las Farc?

El presidente Juan Manuel Santos afirmó ayer, lunes, que es fundamental para finalizar el proceso de paz, poner una fecha fija y precisa para la entrega de armas, tema que tiene estancada la mesa de negociaciones.

Pero, ¿qué significa para un guerrillero dejar su arma y por qué es tan difícil llegar a un acuerdo de manera ágil con el Gobierno?

Para el magíster en Estudios Políticos Luis Buitrago, el problema central tiene que ver con la confianza en la seguridad que el Estado pueda brindarle al grupo armado luego de firmar la paz.

“La experiencia de la Unión Patriótica y lo que fue la desmovilización de otros grupos armados ha demostrado que el Estado es incapaz de sostener una seguridad eficiente para los comandantes y hasta los guerrilleros de base en todas las regiones del país”, afirma.

Y resalta que no solo ha sido esa experiencia, también están ejemplos “como el del Epl, al que las Farc también ayudaron a exterminar en el movimiento ‘Paz esperanza y libertad’”, afirmó el experto.

Lo que lleva a convertir el arma en su herramienta de protección y que la garantía de que lo prometido por el Gobierno se cumpla: “O sea que no se entregan las armas hasta que no se cumplan los acuerdos, o por lo menos parcialmente, como pasó en Reino Unido”, indica.

En ello coincide Ariel Ávila, Subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, pero señala que las dos partes tienen razón y vuelve más tensa la discusión sobre cuándo será el punto cero.

“Tenemos 60 días para que las Farc se concentren armados, después de los 60 días entonces comienza la dejación de armas. Lo que dice el Gobierno es que cuando termine la última zona comienza la aplicación de los acuerdos de paz y las Farc dicen ‘eso comienza el día de la firma porque qué tal me comiencen a matar o qué tal usted no me cumpla, entonces yo puedo volver’”, explica.

Razón por la cual, dice Ávila, se tiene que buscar una solución combinada, dado que el Gobierno efectivamente no puede permitir que se haga política con armas y la guerrilla propende, como es lógico, por su seguridad.

Desde el plano psicológico, un experto en temas de conflicto –quien pidió que no se revelara su nombre-, explicó la relación que puede llegar a tener un guerrillero con su arma, concluyendo de nuevo que se trata de una figura de poder y de protección.

“Hay que tener en cuenta que muchas personas que actualmente pertenecen a las filas de ese grupo al margen de la ley fueron reclutados cuando eran muy niños. Entonces, simbólicamente pudieron haber cambiado sus instrumentos de juego, como una muñeca, como un carro, para pasar a lo socialmente aceptado que para ellos serían las armas”, afirma.

Desde niños, dice, esa interacción con las armas empezó con el “juego” de socialización cuando se encontraban con sus compañeros y terminó siendo su objeto de defensa en los entrenamientos, “lo que simboliza la protección, lo que significa para ellos: yo tengo el poder”.

Desde el psicoanálisis, teniendo en cuenta la teoría fálica, afirma el experto, “podrían verlo como que les están mutilando, desde su pensamiento, lo que les da poder. Para qué, para introducirlos otra vez a una sociedad donde van a estar desprotegidos porque no tienen su figura de poder”, asegura.

Sin embargo, afirma que para una reinserción, “no sería necesario pensar en reemplazar esa arma, sino hacer un proceso de resocialización para las personas que se van a desmovilizar y nuevamente sean recluidas en la sociedad”.

Un trabajo, en el que resalta, no depende solo de las personas que se desmovilicen sino una reconstrucción de tejido social: “Que empieza por todos nosotros; por la familia, por las ofertas de trabajo a las que puedan acceder, entre otros aspectos”.

Este contenido ha sido publicado originalmente en Vanguardia.com en la siguiente dirección: http://www.vanguardia.com/colombia/352506-que-es-lo-que-significa-dejar-las-armas-para-las-farc. Si está pensando en hacer uso del mismo, recuerde que es obligación legal citar la fuente y por favor haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. Vanguardia.com – Galvis Ramírez y Cía. S.A.

Vanguardia

Declaración del Presidente Juan Manuel Santos sobre el proceso de paz

Tal como lo dije hace unos días: por cumplir con la fecha del 23 de marzo, NO iba a firmar un acuerdo con las FARC que no fuera un buen acuerdo para los colombianos.

Y hoy quiero explicar –claramente– cuáles fueron las razones por las cuales el Gobierno NO firmó.

PRIMERO: El Gobierno exige que las FARC tienen que haber dejado las armas y haber dado el paso hacia la legalidad, para poder hacer política y circular por el territorio nacional.

Como lo he dicho desde el primer día, el vínculo entre política y armas debe acabarse para siempre en Colombia.

SEGUNDO: El Gobierno exige una fecha fija, precisa y clara para que termine el proceso de desarme.

Por ningún motivo esa fecha puede quedar abierta.

TERCERO: El Gobierno no puede permitir que ningún colombiano –en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas– quede desprotegido, como ocurrió en el Caguán.

Los colombianos NO aceptan – ni su Gobierno tampoco- un acuerdo que signifique algo diferente.

Si queremos llegar a esa paz estable y duradera que hemos buscado durante tanto tiempo –y estamos cerca–, debemos seguir con el pulso firme, el rumbo fijo y obrando con total responsabilidad.

Insistiendo, perseverando, vamos a encontrar soluciones razonables a estos problemas, soluciones que les convengan a TODOS los colombianos.

Presidencia de la República

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