El hombre de la nieve – El Nacional, Venezuela

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Hay extremos que nunca se deben sobrepasar y la historia abunda en errores de aquellos olvidadizos que se creyeron no solo invulnerables, sino que soñaron estar por encima de la ley, jóvenes ambiciosos que los llevaron de la mano hasta la línea de fuego para que fueran blanco fácil de los francotiradores enemigos.

Hoy estamos ante uno de estos casos y no es fácil predecir el final de la tragedia. Los movimientos terroristas árabes juegan siempre con un as en la manga y si tienen que sacrificar a alguien igual les va y les viene. No olvidemos lo que sucedió con Carlos El Chacal, el terrorista estrella nacido por estas tierras venezolanas.

A Carlos se lo vendieron a los franceses por un buen precio cuando ya no era ni su sombra, sino un inflado borrachín que vegetaba en Sudán navegando en whisky. Más fácil imposible. Los marines entendieron que resultaba más barato pagar información y cazar, recompensa mediante y usando cohetes y drones, a los cabecillas de Al Quaeda. Luego tocó el turno a los jefes guerrilleros colombianos, uno a uno cayó en ataques quirúrgicos. Amputados los cabecillas, la base se atemorizó y creció la deserción.

Para colmo, las FARC fueron derrotadas en la frontera venezolana por el cartel mexicano de Tamaulipas que, ni corto ni perezoso, se entendió mercantilmente con quienes desde territorio venezolano le daban luz verde a los narcovuelos hacia América Central. Los mexicanos necesitaban un espacio aéreo confiable para sus traslados hacia sus pistas centroamericanas. Y llegaron los venezolanos. La pregunta es: ¿quién controla el espacio aéreo venezolano hacia el Caribe? Adivine adivinador.

Cuando un cable trasmitido por Efe nos informa que el gobierno de Estados Unidos ha congelado “decenas de millones de dólares” de los funcionarios sancionados en Venezuela uno, como ciudadano venezolano, no se asombra porque ya intuía que la cúpula civil y militar chavista estaba metida hasta los tuétanos en estos negocios, pero se negaba a creerlo. El prestigio de la Fuerza Armada está por encima de todo, pero ¿cómo es posible que un grupito lo conduzca al pantano por ambiciones rastreras que en nada representan a nuestro Ejército?

De acuerdo con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, las sanciones impuesta al vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, y su colaborador Samark José López Bello, han resultado en la congelación de “decenas de millones de dólares” de sus activos bajo jurisdicción estadounidense. ¡Qué horror, qué indecencia, qué cinismo! Desde luego, todo esto habrá de probarse pero en Estado Unidos, ante tribunales que no son complacientes ni alcahuetes pero que al menos tienen credibilidad. Si son inocentes, pues a aceptar lo que diga el juez. No será un juicio de mentirijillas.

El gobierno estadounidense afirma que “en este caso se han congelado activos, decenas de millones de dólares, que tendrán un impacto muy grande” para El Aissami y su entorno, aseguró Mnuchin en una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca. Con las sanciones, el presidente estadounidense, Donald Trump, quiso “enviar un mensaje claro al pueblo de Venezuela”, agregó Mnuchin. Ojalá la justicia se comporte a la altura y no deje lugar a dudas.

El Nacional

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