Universidad y sociedad en Ecuador – Por Rocío Santibáñez Vásquez

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Estaremos de acuerdo en que la educación es eje fundamental para el desarrollo de un país, de una sociedad. La preocupación por nuestra educación superior y por las reformas a las que ha estado sujeta motivó al grupo Universidad y Sociedad –de Guayaquil– a organizar un conversatorio sobre el tema. Este diálogo se llevó a cabo en la Universidad Casa Grande el pasado 28 de marzo.

El grupo Universidad y Sociedad forma parte de un grupo nacional, constituido en 2011 e integrado por docentes e investigadores de universidades públicas y privadas del país. El grupo de Guayaquil está formado por docentes de la Universidad Casa Grande y de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, y constituye un grupo de estudio e investigación sobre educación superior.

El propósito es pensar a la universidad en el marco de las exigencias y complejidades del nuevo siglo, de la economía del conocimiento y de las reformas y transformaciones que se han dado últimamente en la educación superior.

Ante la cercanía de las elecciones presidenciales, en su primera actividad pública y en vista de que el tema de la educación superior había sido tratado muy superficialmente en los planes de gobierno, el grupo consideró pertinente socializar algunas de las reflexiones dadas en sus reuniones quincenales.

Se invitó a los candidatos finalistas a que designaran un delegado, para intercambiar criterios, pero ninguno lo hizo.

La revisión de información ha reflejado que, aunque en los últimos años se ha incrementado la matrícula en educación superior, eso no implica necesariamente que las tasas de permanencia y graduación hayan mejorado.

Sobre ese tema, el debate sigue abierto en América Latina: ¿ingreso irrestricto a la universidad o ingreso selectivo? Está claro que el ingreso implica el compromiso de mantener una educación de calidad.

El asunto es complejo: frente a la democratización de la prueba de acceso a las universidades, se ha encontrado también una correlación entre el nivel socioeconómico y el desempeño en las pruebas.

Los estudiantes de colegios privados obtienen mejores resultados que los de los públicos. La tasa de ingreso a la universidad se ha incrementado en el 27%, y aun así hay muchos estudiantes que quedan fuera del sistema.

El que haya un mayor ingreso a la universidad no es indicador de que se está mejor. La tasa general de titulación reportada es del 14% y no hay estudios de seguimiento de becados y graduados, ni índices de inserción laboral.

El sistema actual de admisión es inestable y cambiante y el sistema de permanencia no está determinado. Han proliferado cursos privados de preparación para el acceso a la universidad. Más que de habilidades, el examen es básicamente de conocimientos teóricos.

La docencia de calidad y la tarea investigativa implican dinámicas diferentes. En nuestro país, la calidad de la docencia en grado ha sido también centrada en la investigación, pero no todo buen docente es necesariamente buen investigador, ni viceversa. Como bien se sabe, en el mundo ya no se habla solo de investigación y desarrollo, sino también de innovación, y no se innova por decreto.

El desafío que nos espera es enorme si queremos construir un Ecuador diferente. Según el índice de innovación global 2016, de 128 países, el Ecuador ocupa el numero 100. Toca marchar contracorriente si queremos una verdadera transformación.

El Universo

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