Reviven en Ecuador la “Expedición en canoa del Amazonas al Caribe” a 30 años de la gesta científica

La gesta científica de la expedición ‘En canoa del Amazona al Caribe’, hace 30 años, que fue organizada por el geógrafo cubano Antonio Núñez Jiménez y los ecuatorianos Lenín Ortíz, etnógrafo, y Oswaldo Guayasamín como padrino y diseñador del estandarte que acompañó a más de 400 exploradores, será rememorada en Ecuador con el Simposio Internacional que inicia este viernes en Quito.

En la Fundación Guayasamín, de esta capital, sesionará el certamen al que asistirán expedicionarios sobrevivientes, investigadores e invitados y, posteriormente, se trasladarán al Puerto de Misahuallí, en la provincia de Napo, desde donde partieron las cinco canoas el 2 de marzo de 1987, pasando por Iquitus, en Perú; Manaos, en Brasil, hasta llegar por el océano Atlántico hasta Cuba.

Liliana Núñez, presidenta de la Fundación Antonio Núñez Jiménez, que lleva el nombre de su padre y extinto geógrafo cubano que ideó este periplo junto al etnógrafo ecuatoriano Lenín Ortíz, señaló a Andes que este evento organizado en Ecuador es parte de la conmemoración que tendrá lugar durante todo este año, precedida por una exposición en La Habana de 30 gigantografías con fotos de la travesía para visualizar esta hazaña.

“Esta acción es la segunda más importante que hemos realizado para recordar la expedición porque realmente en 30 años suceden muchas cosas; nacen muchas personas que  no saben que esto sucedió”, acotó.

Indicó que “es importante actualizar para las nuevas generaciones ese espíritu creador de Núñez de romper fronteras, de no tener límites; esa fue su filosofía de vida y eso es lo que queremos dar a las nuevas generaciones”.

Anunció la reimpresión en Ecuador del libro de su padre ‘En canoa del Amazonas al Caribe”, entre las novedades por este aniversario cerrado de aquel periplo por 17 mil 422 kilómetros por corrientes fluviales del Orinoco, el Amazonas y el Mar Caribe. También varias Fundaciones cubanas, una de Estados Unidos y la Fundación Guayasamín de Ecuador se han unido en la iniciativa de elaborar un documental audiovisual para dar a conocer a los más jóvenes de la travesía.

Entre los invitados al foro está Fernando Salme, también etnólogo y quien dibujó a lápiz sobre cartulina escenas del viaje en el que pudo participar solo hasta Manaos y del que tiene recuerdos imborrables, como el del ‘Che’ de San Pablo de Loreto en Perú. Cada cuadro tiene una historia. Él se detiene a relatarlos a Andes, con el orgullo de que sus cuadros estarán encabezando el evento teórico.

“Quisimos rendirle homenaje a Ernesto Che Guevara al llegar a San Pablo de Loreto porque conocíamos la historia del viaje del Che en motocicleta, entonces consideramos de que era oportuno rendirle un homenaje, ahí la misma gente del pueblo nos dijeron, nosotros aquí tenemos un ‘Che’, nos propusimos conocer la historia y era el paciente que el Che había operado de lepra”, relató.

Sobre los preparativos para este viaje tiene vívidos los recuerdos Braulio Berrones, quien trabaja hace 33 años en la Fundación Guayasamín, donde encontró trabajo como chofer del pintor Oswaldo Guayasamín. Contó a Andes que fue el mismo artista el que le pidió que llevara a los organizadores de la expedición hasta donde los indígenas estaban fabricando las canoas con las que navegaron y contactaron una veintena de países para demostrar que los pueblos de esta región estaban conectados e integrados milenariamente a través de la cuenca del Río Amazonas.

También Braulio fue quien trasladó los participantes hasta el mismo Río Napo cuando iban a zarpar. “En Misahuallí fue la despedida, me acuerdo muy claro;  allí dieron unos discursos muy bonitos el señor Antonio Núñez Jiménez, el señor Embajador de  Cuba, el señor Oswaldo (Guayasamín), fue un acto muy emocionante. Ya cuando se fueron en la distancia el señor Núñez Jiménez iba hablando hasta que ya no se le escuchaba ya, con sus manos arriba”.

La travesía había iniciado en Misahuallí (Ecuador) y concluyó en San Salvador, las Bahamas, en junio de 1988.  Comprendió además del eje fluvial Napo-Amazonas-Negro-Guainía-Atabapo-Temi-Orinoco y el Mar Caribe, y participaron unos 90 científicos, artistas, técnicos, auxiliares, más 58 colaboradores, quienes junto a los tripulantes de las naves de apoyo, civiles y militares, sumaron 432 personas, entre ellos mujeres latinoamericanas y caribeñas.

Andes

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