Entrevista a Rigel Sergent, candidato a la Constituyente en Venezuela: “Creemos que la forma de renovar el chavismo es la incorporación de gente de las bases”

Por Nadia Luna – Nodal

El foco internacional está puesto en Venezuela: faltan solo tres días para la realización de las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente. Desde el chavismo insisten en que “cambiar balas por votos” es la salida al escenario de violencia que se vive desde hace meses, mientras dirigentes opositores argumentan que es ilegal e intentan frenarla con el apoyo de Estados Unidos y algunos países latinoamericanos.

Rigel Sergent es candidato a la ANC por parte de la Plataforma Popular Constituyente denominada Chavismo Bravío, que nuclea a unas 20 organizaciones sociales de base. Es dirigente del Movimiento de Inquilinos, una organización que lucha por la Revolución Urbana y que pertenece al Movimiento de Pobladores. En entrevista con Nodal, cuenta cuáles son las propuestas y autocríticas que plantean para buscar otra forma de hacer política basada en la autogestión, la equidad de género y la participación de toda la comunidad.

¿Qué se vota en las elecciones a la Asamblea Constituyente y cuál es el objetivo del Gobierno al convocarlas?

Para nosotros, el llamado a la Asamblea Nacional Constituyente es un espacio para el diálogo. Creo que ese es uno de los principales objetivos. La coyuntura que está viviendo Venezuela atraviesa una crisis económica, social, cultural y política. Este llamado es un espacio para poder encontrarnos entre las y los venezolanos, más allá de los partidos políticos, de las cúpulas, de las posiciones del Gobierno y de la oposición.

Se van a escoger 545 constituyentistas a nivel territorial y a nivel sectorial. La inclusión de lo sectorial es lo novedoso porque implica una expresión de los sectores transversales de la sociedad, como estudiantes, campesinos, pescadores, pensionados, trabajadoras y trabajadores en sus distintas expresiones. Eso hace que la ANC sea multicolor y plural como es el pueblo venezolano. En ese debate, se plantea fortalecer la Constitución y aprovechar estos años de experiencia, luego de haber aprobado la Constitución del ’98, para identificar una serie de trabas que hacen que no podamos avanzar más en la consolidación del poder popular.

¿Qué proyectos sociales plantean desde el Movimiento de Inquilinos y el Movimiento de Pobladores?

Tenemos varias banderas de lucha que llevar en la Constituyente. Entre ellas, la autogestión que venimos desarrollando en distintas experiencias y que para nosotros es importante que tenga rango constitucional. La autogestión es algo muy importante para nosotros porque expresa un modelo económico pero también una forma organizativa y participativa. También queremos plantear el tema de los desahucios y desalojos. En estos años, pudimos hacer una ley contra el desalojo forzoso pero queremos darle rango constitucional. Otra lucha es contra la especulación inmobiliaria. Queremos plantear un arrendamiento socialmente responsable al que pueda acceder la gente para alquilar su vivienda. También luchamos por la propiedad colectiva: no hablamos de que desaparezca la propiedad privada, sino poner alternativas a las viviendas que venimos construyendo.

En los últimos meses, se ha observado una escalada de la violencia en Venezuela. ¿Cómo es la situación cotidiana que se vive en las calles?

Se viene expresando una escalada permanente de violencia donde lamentablemente ha habido muertes del lado del chavismo y de la oposición. Nosotros condenamos rotundamente todas las muertes. Por eso creemos que la alternativa para salir de este escenario de violencia es la Constituyente. Generalmente, quienes actúan más violentamente son los que siempre han estado en contra del proceso revolucionario. Es preocupante el nivel de violencia que se ha expresado porque ha habido quema no solo de infraestructura, sino también de personas, lo cual es una forma de expresión fascista. No es una situación generalizada, principalmente sucede en el este del país, donde históricamente viven personas que han estado en contra del Gobierno. Más al centro u oeste de Caracas los opositores no se manifiestan de esa forma. Allí la cotidianeidad todavía está más normalizada, al igual que en otras partes del país. Pero los focos que se ven son muy preocupantes y muestran un aumento de violencia. La violencia también se expresa en el ámbito económico, cuando faltan insumos, alimentos y medicinas a la población o no se permite que los niños vayan a la escuela.

¿Qué autocríticas puede hacer a las políticas que viene llevando adelante la Revolución Bolivariana y cómo están dispuestos a mejorar esos aspectos?

Tenemos muchas autocríticas. No solo estamos disputando la Constituyente como Movimiento de Pobladoras y Pobladores, sino que conformamos una gran Plataforma Popular Constituyente y nos hemos identificado como Chavismo Bravío. Allí hemos podido articular unas 20 organizaciones sociales del poder popular levantando las banderas de lucha de todas y todos, como la lucha por el territorio y la del feminismo contra el patriarcado y por la paridad política. Hemos coincidido que tenemos que tener voz directa.

Creemos que la asamblea es una oportunidad para expresar la crítica revolucionaria pero sobre todo propositiva, donde una de las principales críticas es a la forma de hacer política. Se ha perdido un poco la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos: hablamos que hay que estar en contra de los privilegios y parte de la dirección tiene muchos privilegios. A veces tenemos un discurso muy anti-imperialista pero que no toca la realidad concreta de la población y eso hace que la dirección se despegue de lo que la gente está sufriendo. Creemos que hay que recuperar la solvencia moral del chavismo y que con eso podríamos lograr recomponer las fuerzas para seguir levantando con mayor ímpetu el proyecto revolucionario. También de forma autocrítica creemos que la forma de renovar el chavismo es la incorporación de gente de las bases que expresan otra forma de hacer política y que no se reflejan en la dirección de la Revolución.

Teniendo en cuenta el histórico comportamiento de la oposición ante otras elecciones y medidas adoptadas por el Gobierno, ¿qué estrategias tienen previsto adoptar si la oposición se niega a reconocer la legitimidad de las elecciones?

Históricamente, la oposición siempre que pierde una elección se niega a reconocer el resultado. Tampoco reconoce las distintas instancias del Estado, como el presidente Maduro, el Ejecutivo Nacional, el Consejo Nacional Electoral, el Tribunal Supremo de Justicia. Quieren montar un Estado paralelo, que es lo que se está jugando ahora. En ese sentido, más allá de lo que haga la oposición o su dirigencia, el gran reto que nos planteamos desde el Chavismo Bravío es que el conjunto de la sociedad venezolana vea en la Constituyente un espacio de debate amplio donde se vea reflejada. Si logramos que la ANC sea ese espacio donde se desarrolle la democracia participativa y protagónica vamos a lograr que los resultados estén acompañados por la legitimidad política del pueblo venezolano. Esa sería la principal estrategia.

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