Reflexiones en torno a la segunda ronda en Costa Rica – Por M. Elena Rodríguez Molina

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

En nuestro país, la problemática política partidista en la coyuntura política electoral 2018 es un fenómeno contextualizado en América Latina y, particularmente, en la región Centroamericana.

Los pastores evangélicos y sus partidos están pactando con los sectores conservadores, con los partidos de derecha, en tanto estos se denominen partidos del “pueblo”, y, además, con los católicos fanáticos. Este proceso ha conllevado a una reinvención del “populismo”, lo cual defiende los intereses y las aspiraciones del pueblo (Corrales, Javier. The New York Times, 2018, pp. 1-3).

Por otra parte, los pastores evangélicos están interesados en buscar consenso con los demás partidos políticos para lograr cuotas de poder a nivel gubernamental. El incremento de los evangélicos se ha extendido, principalmente, en Costa Rica, Colombia, Perú, México, República Dominicana y Brasil (Corrales, Javier. The New York Times, 2018, pp. 1-2).

La ideología de los pastores evangélicos y de la Iglesia Católica, en lo relativo a las temáticas de género y de sexualidad, son conservadores, patriarcales y homofóbicos (Corrales, Javier. The New York Times, 2018, p. 1). Como contraparte, la comunidad LGTBI también se ha expresado como una fuerza social importante mediante marchas (lesbianas, gais, bisexuales, transgéneros, transexuales e intersexuales) para defender sus derechos.

Luego de exponer lo anterior, podemos analizar la coyuntura de la segunda ronda electoral 2018 para comprender lo que está sucediendo en nuestro país. Los candidatos, Fabricio Alvarado del Partido Restauración Nacional (PRN) y, Carlos Alvarado del partido oficialista, Partido Acción Ciudadana (PAC), tienen planes de gobierno antagónicos.

En cuanto a la existencia y la estabilidad del PRN, resulta inadmisible mezclar la religión con la política y, aún más, violar el Artículo 28 de la Constitución Política de Costa Rica. Este prohíbe claramente que “… No se podrá hacer en forma alguna propaganda política por clérigos o seglares, invocando motivos de religión o valiéndose, como medio, de creencias religiosas.”

En su Plan de Gobierno, Fabricio Alvarado defiende la familia tradicional y el derecho a la vida como principales pilares de su campaña. Utiliza un discurso político bíblico en las redes sociales cuando expresa que “Jehová” estará en los respectivos poderes del Estado: el Legislativo, el  Judicial y el Ejecutivo. De hecho, ya tiene, desde la primera ronda, 14 escaños en la Asamblea Legislativa. Respecto a la opinión sobre la Corte Interamericana de Derechos Humanos  (CIDH), comenta que la adhesión a dicha institución debe resolverse en el Congreso y no con las imposiciones de los organismos internacionales.

Carlos Alvarado del PAC, en su Plan de Gobierno, básicamente apoya las uniones civiles entre parejas homosexuales y las guías de la sexualidad como proyecto integral educativo (Sequeira, Aarón. El País, 2017, pp. 1-5).

En este proceso electoral, es relevante enfatizar las polémicas generadas en la prensa escrita, la radio, los debates televisivos y las nuevas tecnologías, que han permitido las argumentaciones en las redes sociales, lo cual ha servido como puente de discusión colectiva.

Durante este lapso hasta el domingo 1 de abril (“Día de Resurrección” de la Semana Santa), ambos candidatos han estado reuniéndose con los excandidatos y sus respectivos partidos políticos, con el fin de escuchar ideas y hacer alianzas. Si tomamos en cuenta que algunos costarricenses estarán fuera de San José y del país, es “muy probable” el incremento del “abstencionismo”, quizás con la excepción de las provincias de Limón y Guanacaste. A este hecho hay que sumarle el desprestigio del Gobierno actual y el desencanto político de los costarricenses.

En cuanto a las encuestas, al momento, según el Centro de Investigación de Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), hay un empate técnico entre Carlos Alvarado (41%) y Fabricio Alvarado (39 %), y se cuenta medio millón de indecisos (Semanario UNIVERSIDAD, 2018, pp. 4-5). Por otro lado, la última encuesta de Opol Consultores reveló que Fabricio Alvarado tiene un 56% y Carlos Alvarado 43,9% (El mundo.cr, 2018, pp. 1-4).

Hasta hoy, no hay favorito para la segunda ronda electoral, lo cual nos lleva a una incertidumbre.

Semanario Universidad

 

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