Argentina: sindicatos y organizaciones sociales marcharon bajo la consigna “tierra, techo y trabajo contra el hambre y los tarifazos”

Multitudinarias movilizaciones por las paritarias y contra los tarifazos

Agrupaciones sociales y centrales obreras se movilizaron en varios puntos del país Y en el centro porteño hubo 200 mil personas, mientras qye en las distintas provincias se registró un total de un millón de manifestantes.

La movilización contó con el apoyo de sectores del sindicalismo como la Corriente Federal, ATE Nacional, CTA Autónoma, entre otros.

“Si no ganamos las calles nos gana el FMI y se destruye la Nación. Vamos a defender nuestro país y la democracia argentina para nuestro pueblo”, remarcó el secretario general de ATE, Hugo “Cachorro” Godoy, quien anticipó que “el plan de lucha continuará el 26 de febrero con paros y movilizaciones en todo el país”.

La masiva marcha se concentrófrente al Ministerio de Desarrollo Social en reclamo de una paritaria nacional que se corresponda con el alza de la canasta básica alimentaria y de las tarifas, bajo la consigna “Tierra, techo y trabajo”.

La Corriente Clasista Combativa (CCC), la CTEP, Barrios de Pie, y el Frente Popular Darío Santillán desplegaron tres columnas: Carlos Calvo y 9 de Julio, Plaza Congreso y Santa Fe y 9 de Julio.

“La inflación que viven los sectores más pobres y humildes significa más hambre y pobreza, porque miles de familias no pueden acceder a comer todos los días. Se vive una grave situación social y laboral que debe ser afrontada con políticas públicas para el sector más afectado”, expresaron en un comunicado.

A las agrupaciones antes mencionadas se sumaron para marchar el FOL, la Corriente Federal encabezada por Sergio Palazzo, ATE Nacional, la CTA Autónoma de Hugo “Cachorro” Godoy y el CATT de Juan Carlos Schmid.

Juntos, estos sectores reclamarán “una respuesta del Estado para paliar la situación crítica que se vive en los barrios populares en un año que no promete mejoras y en el que los montos de los programas de empleo quedan absolutamente desfasados en relación a los aumentos de precios en alimentos, servicios y transporte”.

Infonews


“Puede ser un poco peor que el anterior”

“Ya lo dijo el Presidente, con el impacto de la inflación y de algunas medidas económicas, claramente el próximo puede ser un índice que dé un poco peor que el ultimo que se anunció”, dijo ayer la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, para adelantarse a lo que será una fuerte suba en la medición de pobreza. Especialistas consultados por este diario advierten que en el último año 2,5 millones de personas en todo el país empeoraron su posición económica y pasaron a ser pobres en términos de su ingreso monetario. Ese número se basa en una estimación porcentual de pobreza por ingresos del 33/33,5 por ciento para el cuarto trimestre del año pasado, lo cual implica un fuerte incremento respecto al mismo período de 2017, cuando se registró una tasa de pobreza del 26,3 por ciento.

“Vamos a esperar los números que dé el Indec y en ese momento, como hacemos siempre, explicaremos qué es lo que pasó y cómo vamos a seguir trabajando. El año pasado, a raíz de una inflación un poco más alta de la esperada, priorizamos estar al lado de las familias”, sostuvo Stanley. A fines de marzo, el Indec publicará el dato de pobreza en la medición semestral. Se espera que el dato del segundo semestre del año pasado ronde el 31,5 por ciento, por encima del 25,6 del mismo período de 2017.

Según el Indec, el índice general de salarios tuvo en noviembre de 2018 una suba nominal del 27,9 por ciento frente al mismo período de 2017, mientras que la inflación general de ese período fue del 48,5 por ciento y el incremento de los precios de la canasta de pobreza, del 52,9 por ciento, lo cual implica una diferencia de 25 puntos frente a los salarios. Además, los jubilados comenzaron 2018 con un haber mínimo de 7246 pesos que ahora está en 9300 pesos, un alza del 28,3 por ciento, 20 puntos por detrás de la inflación general. Al mismo tiempo, el indicador de la Secretaría de Trabajo arrojó un deterioro del empleo del 2,3 por ciento en 2018.

En base a esos datos parciales, el sociólogo y especialista en estadísticas sociales Diego Born calculó que la pobreza en el segundo semestre de 2018 se ubicó en el 31,5 por ciento, lo cual implica un incremento de 5,9 puntos en la comparación interanual. Además, calculó que en el cuarto trimestre la pobreza se ubicó en el 33/33,5 por ciento, siete puntos más frente al mismo período del año previo. En términos absolutos, serían 2,5 millones de personas que pasaron a ser pobres, ya que cada punto de aumento equivale a 450 mil personas en todo el país. En tanto, el investigador del Conicet Daniel Schteingart coincide en que la pobreza en 2018 tuvo un aumento de siete puntos porcentuales, mientras que el Observatorio Social de la UCA midió un aumento de la pobreza algo menor, aunque el punto de llegada es el mismo: 33,6 por ciento.

“Ayer hablé con Jorge Todesca –titular del Indec– con quien venimos trabajando desde el principio, y le dije que este gobierno busca transparentar los datos, hablar con la verdad, que es la única manera de poder transformar la realidad, y desde ese lugar respetamos el trabajo que viene haciendo el Indec, un trabajo independiente que finalmente pudo volver a medir la pobreza”, señaló ayer Stanley.

Uno de los temas recurrentes de la confección de indicadores es la medición multidimensional de la pobreza, que supone incorporar elementos que exceden al ingreso monetario, tales como el acceso a la educación, la salud y la infraestructura básica. La titular de la cartera de Salud y Desarrollo Social mencionó que “hoy por hoy, lo que hace el Indec en medición de la pobreza es el índice que respetamos, que valoramos, y a través del cual seguimos midiendo la pobreza en la Argentina”.

Según la última medición multidimensional de la pobreza que confeccionó Unicef Argentina, el 48 por ciento de los niños, niñas y adolescentes en la Argentina son pobres, proporción que se ubica en el 38 por ciento para la población total. El organismo que depende de Naciones Unidas considera que al menos una carencia en cuestiones educativas, de protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura y hábitat seguro es suficiente para que el hogar sea considerado pobre desde un punto de vista multidimensional.

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