Brasil: condenan a Lula a 12 años de cárcel por otro caso de corrupción

La Justicia condena a Lula a 12 años y 11 meses de prisión por otro caso

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), fue condenado este miércoles (6) por la tarde a 12 años y 11 meses por corrupción y lavado de dinero en el ámbito de la Operación Lava Jato, en un proceso conocido como “casa de campo de Atibaia”.

La jueza Gabriela Hardt que sustituyó al juez Sergio Moro, actual ministro de Justicia de Bolsonaro, consideró que Lula recibió coimas a través de reformas en una propiedad en el municipio de Atibaia, en el estado de São Paulo. La defensa de Lula niega las acusaciones y apelará la condena.

Contradicciones

Para comprobar el crimen de corrupción pasiva hay que demostrar cuál fue la ventaja recibida por un funcionario público y precisar que “acto oficial” habría ejecutado a cambio de esas ventajas. La sentencia no presenta esa información.

Según la lógica de la denuncia, las contratistas OAS, Schahin y Odebrecht habrían financiado una serie de reformas en la casa de campo a cambio de contratos con la Petrobras – y que el ex presidente habría actuado para beneficiarlas en esos contratos. Lula fue acusado de recibir un valor estimado en R$ 920 mil [equivalente a US$518] a través de esas “reformas” en la propiedad.

En relación al crimen de lavado de dinero, la sentencia no presenta la información de que Lula no es el propietario de la casa de campo, sino el empresario Fernando Bittar. Durante el proceso, la defensa alegó que Lula no sería el beneficiario de las reformas, aunque haya frecuentado el sitio, pero la jueza no consideró este argumento.

Brasil de Fato


La primera condena de la era Bolsonaro

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado ayer nuevamente a 12 años y 11 meses de prisión por presuntos crímenes de corrupción y lavado de dinero. La sentencia fue dictada por la jueza Gabriela Hardt, quien sustituyó al ex juez Sergio Moro, en el Tribunal Federal de Paraná, cuando el ex magistrado pasó a ser ministro de Justicia del ultraderechista Jair Bolsonaro.

Hardt entendió que el ex mandatario había sido favorecido por las empresas OAS y Odebrecht con reformas hechas en una casa de campo que frecuentaba en el municipio de Atibaia, en el estado de San Pablo. Según la investigación, dichas empresas pagaron las obras de dicha propiedad, que equivalían a 1,26 millones de reales, según la denuncia, con recursos desviados de contratos con la petrolera estatal Petrobras. Los fiscales argumentaron que Lula encabezó una organización criminal y, dijeron, de modo consciente y voluntario, disimuló el origen de los valores invertidos en las reformas de la casa de campo, que era propiedad de los empresarios Fernando Bittar y Jonas Suassuna.

“Es posible concluir por encima de cualquier duda razonable que los valores para costear la reforma provenían de ilícitos anteriores cometidos en provecho de la compañía (Odebrecht- OAS) y que Lula tuvo participación activa en este esquema, tanto por garantizar el recibo de valores para la caja del partido al cual está vinculado (Partido de los Trabajadores –PT), como por recibir parte de dichos valores en beneficio propio”, afirmó la jueza, citada por el diario Folha de San Pablo.

La defensa de Lula, sin embargo, alega que el ex presidente nunca fue informado sobre las reformas realizadas y que tampoco existen pruebas de que él hubiera pedido realizar esas obras a cambio de negocios con su administración. Además, los abogados del lider petista negaron que Lula fuera el propietario secreto de la casa, sino que la frecuentaba porque era amigo de la familia de Jacó Bittar, padre de Fernando Bittar, uno de los dueños de la propiedad.

Si bien la jueza fundamenta su sentencia en las irregularidades de los contratos de OAS y de Odebrecht con Petrobrás, comprobadas por las auditorias internas de la empresa estatal, y en las confesiones de los propios empresarios arrepentidos, también admite que no hay pruebas de que los pagos de los contratos hayan sido utilizados para pagar campañas o gastos personales de ningún dirigente del PT.

La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, por su parte, denunció que “la persecución a Lula no para”. “Una segunda condena fue proferida exactamente cuando crece la posibilidad de que Lula sea Nobel de la Paz. En la memoria del pueblo y en la historia, Lula será siempre mayor que sus verdugos”, tuiteó la senadora.

En la misma resolución, Hardt condenó a algunos empresarios, entre ellos al expresidente de OAS, José Adelmario Pinheiro Neto (1 año y 7 meses de prisión); a Emilio Odebrecht, patriarca del grupo Odebrecht (3 años y 3 meses de cárcel), y a su hijo Marcelo Odebrecht (5 años y 4 meses de detención).

Lula ya cumple condena desde el pasado abril por otro presunto caso de corrupción, a pesar de que durante el juicio no se pudieron demostrar ninguna de las acusaciones en su contra.

Página 12


Lula é condenado a 12 anos e 11 meses de prisão por corrupção e lavagem de dinheiro em ação da Lava Jato sobre sítio de Atibaia

O ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva foi condenado a 12 anos e 11 meses por corrupção e lavagem de dinheiro nesta quarta-feira (6), no processo da Lava Jato que apura se ele recebeu propina por meio da reforma de um sítio em Atibaia (SP).

A sentença da juíza substituta Gabriela Hardt, da primeira instância, é a segunda que condena Lula na Operação Lava Jato no Paraná. Cabe recurso. Outras doze pessoas foram denunciadas no processo.

O ex-presidente está preso em Curitiba desde abril de 2018, cumprindo a pena de 12 anos e um mês determinada pelo Tribunal Regional Federal da 4ª Região (TRF4), na primeira condenação dele na segunda instância pela Lava Jato.

A denúncia

De acordo com o Ministério Público Federal (MPF), Lula recebeu propina do Grupo Schain, de José Carlos Bumlai, e das empreiteiras OAS a Odebrecht por meio da reforma e decoração no sítio Santa Bárbara, em Atibaia (SP), que o ex-presidente frequentava com a família. Outras 12 pessoas foram denunciadas no processo.

A acusação trata do pagamento de propina de pelo menos R$ 128 milhões pela Odebrecht e de outros R$ 27 milhões por parte da OAS.

Para os procuradores, parte desse dinheiro foi usada para adequar o sítio às necessidades de Lula. Segundo a denúncia, as melhorias na propriedade totalizaram R$ 1,02 milhão.

O MPF afirma que a Odebrecht e a OAS custearam R$ 850 mil em reformas na propriedade. Já Bumlai fez o repasse de propina ao ex-presidente no valor de R$ 150 mil, ainda conforme o MPF.

Segundo o MPF, Lula ajudou as empreiteiras ao manter nos cargos os ex-executivos da Petrobras Renato Duque, Paulo Roberto Costa, Jorge Zelada, Nestor Cerveró e Pedro Barusco, que comandaram boa parte dos esquemas fraudulentos entre empreiteiras e a estatal, descobertos pela Lava Jato.

Outra condenação

O ex-presidente já havia sido condenado a nove anos e seis meses de prisão, na primeira instância da Lava Jato, pelos crimes de corrupção passiva e de lavagem de dinheiro, em julho de 2018, no processo referente ao triplex de Guarujá (SP).

Em 24 de janeiro, por unanimidade, a 8ª Turma do TRF4 manteve a condenação e aumentou a pena de prisão do ex-presidente de 9 para 12 anos e 1 mês. Ele recorreu e, com todos os recursos esgotados, começou a cumprir a pena em abril de 2018.

Desde então, o petista está preso uma sala especial na PF, na capital paranaense.

G1


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