Cómo nació el primer bloco feminista del Carnaval de Río

Todo partió de una inofensiva convocatoria en Facebook, una invitación que fue publicada sin mucha esperanza en 2015 por Debora Thome. La indignación ante una fotografía con un mensaje machista que parecía señalar a todas, reunió a unas 3.000 mujeres en menos de 24 horas, así nació “Mulheres Rodadas”.

El nombre de este grupo en Facebook es bastante provocador, ya que en portugués “Mulher rodada” es una expresión popular con la que se denomina a una mujer que sale con muchos hombres. Es calificativo que hace alusión directa al número de amantes que una mujer ha tenido en la vida.

“El Bloque Mujeres Rodadas es el primer bloque feminista del carnaval carioca. El grupo surgió en 2015, como forma de protesta contra una postura machista hecha en internet que decía: ‘No merezco mujer rodada’. Subvirtiendo el orden y aprovechando el carnaval, el bloque preguntaba: ¿todavía cabe hoy algún rótulo dado a las mujeres por cuenta de sus elecciones?”, explica el bloque en un texto publicado en su página de Facebook.

El carnaval en sí empieza el viernes y se prolonga hasta el miércoles, pero en algunas ciudades, incluida Río, los festejos duran semanas. Hay cientos de fiestas barriales en las que abunda la bebida y se baila samba todo el día. El festejo llega en pleno verano y las mujeres a menudo lucen indumentarias muy ligeras.

Debora Thome, la fundadora “Mulheres Rodadas” en Facebook, dice que el carnaval es un buen momento para enfocarse en la lucha contra la violencia sexual porque obliga a analizar el tema del respeto cuando abundan las mujeres que muestran mucho.

“Una mujer puede estar desnuda en la calle y nadie debería tocarla”, manifestó administradora de la famosa página de Facebook, ella es una ex periodista que actualmente trabaja en un doctorado sobre la participación de la mujer en la política brasileña.

Thome y Renata Rodrigues, cofundadora de este fenómeno de Facebook, se dieron cuenta de que con “Mulheres Rodadas” tocaron un punto muy sensible. “El carnaval es una parte pequeña de un problema mucho más grande”, dijo Rodrigues.

Desde entonces se han formado numerosos grupos que organizan fiestas feministas en todo el país. Este bloque, que fue el primer bloque feminista, nació en Facebook y ante su rol reivindicador ha logrado que se replique el ejemplo en Brasil.

Atuendos ligeros no son invitación a manoseos

Hay grupos musicales integrados exclusivamente por mujeres y canciones provocativas, que juegan con los papeles sexuales tradicionales y que incluso se burlan de expresiones denigrantes. En una fiesta reciente, cientos de mujeres se disfrazaron de animales con cuyos nombres las habían insultado, según dijeron. Había vacas, pirañas, gallinas y cobras, entre otros.

Roma Neptune, de 29 años, profesora de sociología en una escuela secundaria, dice que aprender a tocar el agogo, un instrumento de percusión generalmente usado por los hombres en el carnaval, la hizo sentirse más fuerte. Aunque agrega que se siente decepcionada por los hombres que dicen apoyar la causa de las mujeres pero en realidad no lo hacen.

“Dicen que están contra el machismo, pero no ponen las manos en el fuego cuando una mujer enfrenta una situación peligrosa”, afirmó Neptune, que estaba vestida como una vaca y tocaba en una banda.

Anderson Semme, uno de unas pocas decenas de hombres que participaban en la fiesta, estuvo de acuerdo.

“Los hombres debemos reconocer que estuvimos equivocados por mucho tiempo y hacer las cosas bien ahora”, manifestó Semme, un técnico de computadoras de 34 años.

Mientras escuchaba música con su hija de tres años, María Marzal analizó por qué quería ir a la fiesta. Esta enfermera de una sala de emergencia dijo que en cada turno ve al menos una mujer que ha sido violada.

“Es un miedo real, un miedo cruel”, expresó Marzal, de 27 años.

El año pasado, la policía militar de Río recibió 2.154 llamadas denunciando violencia contra las mujeres durante el carnaval. O sea, una mujer era violada cada pocos minutos. Fue por ello que las autoridades y organizaciones no gubernamentales decidieron lanzar una campaña contra la violencia sexual.

Se están distribuyendo miles de calcomanías con mensajes como “¡no es no!” o “el que me toquetees no va a hacer que te dé un beso”. Las redes sociales alientan a las mujeres a que denuncien los actos de acoso.

La mayor Claudia Morais, oficial de la policía de Río que trabaja en los delitos contra las mujeres, dice que el debate actual es un buen paso, pero que las mujeres deben denunciar estos episodios.

Recientes cambios en las leyes permiten que el agresor sea acusado de violación incluso si no hubo penetración, expresó Morais, quien dio el ejemplo de un hombre acusado de violación por eyacular sobre una mujer en un autobús público.

“Al menos, si un hombre es detenido y tiene que presentarse ante un juez, lo va a pensar dos veces” antes de hacer lo mismo en el futuro, manifestó.

El Comercio


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