Chile: la Justicia ordena a la Iglesia Católica pagar $100 millones a cada víctima de abuso del expárroco Karadima

Justicia ordenó a la Iglesia pagar $100 millones a las víctimas de Karadima

La Corte de Apelaciones Santiago acogió la demanda civil presentada por Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, víctimas de abusos por parte del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, en contra de la Iglesia Católica.

El fallo unánime estableció que los demandantes deberán recibir $100 millones cada uno por la acusación de encubrimiento de las denuncias en contra del religioso.

La causa civil ingresó a la Corte de Apelaciones en abril de 2017, luego de que en primera instancia el ministro Manuel Muñoz rechazara la demanda, la cual inicialmente buscaba una indemnización de $ 450 millones.

Luego de esto los demandantes presentaron nuevos antecedentes, los que habrían permitido el revés judicial. De hecho, en 2018 había trascendido que el recurso sería acogido por los tribunales.

El Dínamo


CASO KARADIMA: CORTE DE SANTIAGO ACOGE DEMANDA Y ORDENA A LA IGLESIA CATÓLICA PAGAR INDEMNIZACIÓN A VÍCTIMAS

La Corte de Apelaciones de Santiago acogió la demanda presentada por Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton, en contra de la Iglesia Católica por no haber observado o ejercido correctamente su deber de vigilancia sobre el sacerdote Fernando Karadima Fariña, proceder negligente “que pueden ser calificados como propios de un encubrimiento que da origen a la configuración de un ilícito civil”.

En fallo unánime (causa rol 4.028-2017), la Novena Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Miguel Vázquez Plaza, Javier Moya Cuadra y el abogado (i) Jaime Guerrero– condenó a la demandada a pagar una indemnización de $100.000.000 (cien millones de pesos) a cada uno de los demandantes.

“Que, como ha quedado dicho, reconocido es que la Iglesia Católica en Chile constituye al mismo tiempo una presencia espiritual y un interviniente secular dentro de la comunidad civil. Su personalidad jurídica le sirve en ambos aspectos. En lo secular la Iglesia interactúa de múltiples formas, sea contratando empleados, adquiriendo bienes, constituyendo otras personas jurídicas, en todas las cuales se somete al orden jurídico interno sin restricciones. De ahí que limitar el objeto de la personalidad jurídica a esas materias y no extenderla a la responsabilidad civil que pudiera derivar del hecho de quienes están sometidos a sus directrices, seria amputar artificialmente su capacidad de obligarse extracontractualmente”, sostiene el fallo.

Resolución que agrega: “De ahí que sea posible concluir que todos los actos temporales o seculares en el orden civil de los obispos son actos de la persona jurídica Iglesia Católica chilena. Particularmente, la dirección y vigilancia de los sacerdotes y el ejercicio de la disciplina y la observancia de las reglas de respeto de la persona humana sean fieles o no de su jurisdicción territorial. Si un sacerdote, entonces, no observa la conducta debida e infiere daño en la persona de otro en el cumplimiento de sus obligaciones, la Iglesia es directamente responsable por no haber observado o ejercicio correctamente su deber de vigilancia debida”.

“(…) también –continúa– hay que considerar a lo ya dicho, el principio de la realidad -que no solo resulta aplicable al derecho laboral-, en cuanto es una realidad palpable que la Iglesia Católica Chilena o en Chile está presente como tal, en la vida diaria de nuestro territorio nacional en el orden civil, atento que como entidad no solo se relaciona con los feligreses dando a conocer la palabra de Dios, en cuyo ámbito es una sola con la Iglesia Universal Católica Apostólica Romana, sino que tiene una realidad en el ámbito del derecho, interno en su relación con el Estado y los particulares, para lo cual está dotada”.

“(…) las conclusiones que se vienen expresando acerca de las omisiones y errores de la cúpula de la Iglesia Católica, que en concepto de esta Corte, se demuestra que la demandada ha sido negligente en su proceder en términos tales que pueden ser calificados como propios de un encubrimiento que da origen a la configuración de un ilícito civil.
Esta conclusión adquirida a base de los antecedentes probatorios ya precisados, se ve coronada con la confesión espontánea de dicha parte, con la declaración entregada en la diligencia de conciliación que da cuenta la actuación de 20 de noviembre del año 2018 en la que se dijo por dicha parte, entre otras afirmaciones: ‘… reconocer los errores y omisiones en que incurrió durante la investigación de los abusos de que fueron víctimas los demandantes…’. Luego se reconoce ‘…que las denuncias pudieron ser investigadas con mayor agilidad y decisión’.
Enseguida se asevera en dicha audiencia que ‘Fue un error dudar en un principio de la verosimilitud de las denuncias en base a criterios parciales y equivocados…’ ‘…Fue un error no haber acompañado a las víctimas de Fernando Karadima de manera más efectiva y decidida durante el proceso de investigación, especialmente cuando sufrieron ataques injustos de personas del circulo de Karadima que cuestionaban públicamente su carácter, credibilidad e integridad personal'”, detalla.

“Dicha parte haciendo referencia al documento exhibido en los alegatos por el abogado Juan Pablo Hermosilla, de carácter confidencial emanado del entonces Arzobispo de Santiago, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, que fuera enviado al Cardenal Battista Ré en junio de 2008 y al Nuncio Apostólico en Chile en enero de 2009, asevera que ‘revela derechamente que durante una parte del proceso, entre mediados de 2006 y mediados de 2009, no se investigaron los abusos denunciados…’ por los demandantes. Reitera además, que a partir de agosto del 2009, cuando Juan Carlos Cruz interpuso su denuncia en el Arzobispado, fue motivo para reactivar la investigación, recogiendo las pruebas que permitirían condenar a Fernando Karadima”, afirma la resolución.

Por tanto, concluye: “que se acoge la demanda principal de indemnización de perjuicios basada en el hecho propio de la Iglesia Católica de Chile y, en consecuencia, se declara procedente la acción indemnizatoria deducida por los actores, fijándose la indemnización de perjuicios por concepto de daño moral que deberá pagar la demandada a los demandantes, en las siguientes sumas: a James Hamilton Sánchez, $100.000.000 (cien millones de pesos); a José Andrés Murillo Urrutia, $100.000.000 (cien millones de pesos); y a Juan Carlos Cruz Chellew, $100.000.000 (cien millones de pesos). Cifras que deberá incrementarse con la variación que experimente el Índice de Precios del Consumidor, entre la fecha de la notificación de la demanda y el pago efectivo de la indemnización, además, deberá pagarse con los intereses que la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras fije para las operaciones de crédito reajustables”.

Fallo Completo de la Corte de Apelaciones de Santiago

Poder Judicial de Chile


Ezzati: Durante mi gobierno en la Iglesia de Santiago jamás encubrimos nada

El cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo emérito de Santiago, afirmó en Cooperativa que durante su gobierno en la Iglesia de la capital “jamás hemos encubierto nada”.

En entrevista con El Diario de Cooperativa, la primera que otorga después de ser aceptada su renuncia, el sacerdote aseguró que la aceptación de su renuncia por parte del papa Francisco tiene que ver con su edad, pues poco antes de cumplir 75 años, que es la edad límite para los obispos, presentó su dimisión al pontífice y éste le pidió que se quedara un tiempo más y ahora que ya pasó de los 77 años fue aceptado su alejamiento.

“No excluyo que haya habido en alguna parte encubrimiento, lo que digo es que de mi parte todas las denuncias han sido investigadas y varias de ellas están en la Santa Sede, más ágilmente en los últimos tiempos porque hemos ido adquiriendo experiencia en esto”, insistió el religioso.

Asimismo, el ex jefe de la Iglesia de Santiago admitió eventuales errores, pero que estos no fueron conscientes y que a diario pide perdón por ellos.

“Todos los días cuando inicio la jornada pido perdón por mis faltas y en la noche lo mismo y el examen de conciencia también. Sin duda pude haber cometido errores y de los errores uno pide perdón, pero si ha habido errores nos han sido errores de encubrimiento ni errores conscientes, son el aprendizaje propio que hemos tenido durante estos años de estas cosas. Sin duda alguna si tuviera que comenzar de nuevo, alguna s cosas las haría diferentes”, enfatizó el cardenal.

Ezzati se refirió también a la explicación que le habría dado el Papa y aseguró que “es una carta que él me ha pedido incluso que la hiciera pública. No consideré oportuno hacerlo para no entorpecer las investigaciones que está haciendo la Fiscalía”.

Según Ezzati, en la carta el Papa le dice que “yo he hablado de encubrimiento, en el sentido de la dignidad del pueblo de Dios. Cuando en una comunidad se encubre la dignidad del pueblo de Dios, se comete una grave falta”.

También respondió por haber guardado silencio al declarar en calidad de imputado en noviembre pasado ante el fiscal Emiliano Arias por eventuales encubrimientos en la Iglesia, asegurando que en aquella oportunidad no contaba con todos los antecedentes, por lo que necesitaba conocer la información necesaria.

“Yo fui citado por el caso de Óscar Muñoz que había sido canciller del arzobispado y mi abogado pidió los antecedentes y los que le mandaron solo fueron parte de eso, ni siquiera todos, porque no teniendo los motivos claros, exactos, de mi llamado a la Fiscalía, comencé mi declaración diciendo que por ahora guardo silencio porque tengo derecho a saber por qué se me cita”, declaró en Cooperativa.

Ezzati aseveró que “efectivamente puedo decir con toda claridad, y de eso son testigos el mismo fiscal y los abogados, que al final de ese breve diálogo estuve esperando dos horas para que me dieran algunos antecedentes de los cuales debería haber contestado. Ahí cumplí con el deber de presentarme, con el deber de decir que por ahora guardaba silencio, pero que yo estaba disponible en los momentos que me entregaron los documentos para hacerlo”.

Caso Laplagne

Sobre el caso de Jorge Laplagne, Ricardo Ezzati explicó que ese caso se inició antes de su llegada al arzobispado y que el promotor de justicia planteó que fuera archivado.

“El caso de Laplagne comenzó a ser investigado en la época del cardenal Errázuriz. Cuando llegué me encontré con una documentación que leí en la que el promotor de justicia decía que el caso había que archivarlo porque no había méritos. El obispo tiene que hacer caso a la investigación hecha”, sostuvo.

“La conclusión es que no habiendo motivos para iniciar un proceso canónico había que archivar la cosa mientras la persona que acusaba no hiciera nuevamente alguna acusación. Efectivamente fue así, en el año 2018 esa persona hizo una nueva denuncia e inmediatamente se hizo la investigación previa”, aseveró el ex jefe de la Iglesia de Santiago.

Críticas de denunciantes

Ante las críticas que ha recibido de muchos de los denunciantes de abusos en la Iglesia, el arzobispo emérito dijo respetar la opinión de las personas.

“Pueden decir lo que quieran, yo respeto la opinión de los demás. Honestamente, las que son denuncias hechas directamente y de responsabilidad de la diócesis han sido y están siendo investigadas, incluso algunas después de los acontecimientos del año pasado por segunda vez tratando de revisar totalmente y rehaciendo procesos. No quiero hablar de calumnias, eso depende de la conciencia de las personas”, concluyó.

Cooperativa


Laicos: Ezzati se lava las manos como Poncio Pilato de una responsabilidad que le corresponde

El vocero de los Laicos de Santiago, Osvaldo Aravena, cuestionó los dichos del ex arzobispo Ricardo Ezzati, quien conversó con Cooperativa esta mañana donde defendió su actuar a la cabeza de la Iglesia y en que manifestó que “jamás hemos encubierto nada”.

En conversación con El Primer Café en Cooperativa, Aravena cuestionó que “el señor Ezzati pareciera que está en un mundo paralelo porque lo único que yo escuché fue el rehuir la responsabilidad de graves crímenes que se han vivido en la Iglesia de Santiago no tan solo durante su mandato, sino también en el que lo antecedió del cardenal Errázuriz”.

“Lo más extraño durante su argumentación es que él dice que aquí los responsables son los sacerdotes o los curas que han cometido estos delitos por sí solos. Él se lava las manos como Poncio Pilato de una responsabilidad que le corresponde como principal autoridad”, agregó.

En esa línea, recordó que durante el caso de Rimsky Rojas, acusado de abuso de tres menores en la década de los 80, Ezzati era representante de los salesianos en Chile y Rojas “terminó trabajando en un hogar de menores en Puerto Montt, después que a Ricardo Ezzati se le entregaron todos los antecedentes de los casos de abuso que esta persona había cometido contra niños durante su ejercicio sacerdotal”.

“Entonces, que después diga que como cardenal no supo lo que colaboró, de qué contribuyó, no se sostiene. Yo lo único que espero es que la justicia haga su labor. Cuando él dice que colaboró desde el punto de vista de que envió todo al Vaticano, pero niega respecto a la colaboración con la justicia civil, que tuvo que instruir allanamientos”, cuestionó Aravena.

Según el vocero de los Laicos, la entrevista “deja claro que aquí el señor Ezzati lo único que va a hacer es evadir su responsabilidad y buscar todo tipo de artilugios para poder salir libre de esto”.

En ese sentido, manifestó su esperanza en que la justicia civil “haga su labor” y aseguró que: “El daño que ha hecho es inmenso. Aquí la credibilidad de la Iglesia Católica -no solo en Santiago ni en Chile, en el mundo entero- está por el suelo”.

En tanto, el denunciante del caso Karadima, Juan Carlos Cruz, se refirió a los dichos de Ezzati respecto a la carta que le habría hecho llegar el Papa Francisco.

Según el ex arzobispo de Santiago, el máximo representante de la Iglesia Católica, le pidió que hiciera pública la carta que le hizo llegar, pero que “no consideré oportuno hacerlo para no entorpecer las investigaciones que está haciendo la Fiscalía”.

Según Ezzati, en la carta el Papa le dice que “yo he hablado de encubrimiento, en el sentido de la dignidad del pueblo de Dios. Cuando en una comunidad se encubre la dignidad del pueblo de Dios, se comete una grave falta”.

En este sentido, Juan Carlos Cruz manifestó que “Ezzati está asustado, está tratando de echar mano a cualquier cosa que pueda interpretar a su manera, cualquier cosa que pueda”.

“Así que mejor que se quede callado y se prepare para defenderse en la justicia. Ezzati habla mucho y no hace nada”, condenó tajante.

Cooperativa


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