Evo en la mira de EEUU – Cambio, Bolivia

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

La carta enviada por un grupo de opositores bolivianos al presidente de EEUU, Donald Trump, para que intervenga en asuntos internos de nuestro país quedará grabada en la historia como el hecho más vergonzoso, miserable y canalla, ya que es una franca conspiración en contra del gobierno de Evo Morales Ayma.

La misiva, firmada por 10 diputados, dos senadores y representantes de dos fundaciones políticas y una plataforma ciudadana, pidieron al Presidente estadounidense “que intervenga ante la Organización de los Estados Americanos (OEA)” para que se pronuncie para evitar que Morales sea candidato en las elecciones generales de octubre.

La respuesta no se dejó esperar. El Jefe de Estado boliviano identificó que el pedido proviene de una “derecha indigna y antipatria” que se quitó su máscara porque su verdadera esencia es la dependencia y la sumisión sin remilgos al país del norte.

“No puedo entender que existan bolivianos que pidan la intervención de EEUU en asuntos internos. Quieren ver de nuevo bases militares extranjeras en Bolivia, ministros disfrazados de vaqueros para el 4 de julio y leyes hechas en bufetes norteamericanos. El pueblo no lo permitirá”, escribió Morales en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, la carta no es un hecho aislado puesto que forma parte de un plan sistemático orquestado por los opositores sin patria y los EEUU para que vuelvan los gobiernos títeres y entreguistas de los recursos naturales del país.

Uno de los episodios más vergonzosos fue el secuestro del Jefe de Estado a bordo del avión presidencial en Europa. Fue obligado a sobrevolar por varias horas después de que países como Italia, Portugal, Francia y España vetaron que ingrese a su espacio aéreo. Detrás de toda esta trama se encontraba, sin duda, Estados Unidos porque “sospechaba” que en el avión se trasladaba al exagente de seguridad, Edward Snowden, reclamado por Washington por revelar informes de Inteligencia y Estado.

Este hecho puso en apronte a América Latina porque fue un claro atentado contra la vida del líder indígena que condujo al país a grandes transformaciones económicas, políticas y sociales; que le devolvió la dignidad y soberanía.

El episodio fue una gravísima violación a los derechos humanos y tratados internacionales, acción que fue condenada por organismos como la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), además de los pueblos del mundo.

En la línea de agresiones se enmarca la amenaza del entonces embajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, quien amenazó al pueblo con no votar por Evo Morales porque el país del norte cortaría toda ayuda económica.

La investigadora estadounidense Eva Golinger, junto al periodista canadiense Jean-Guy Allard, publicaron el libro La agresión permanente, en el que hacen un recuento de las embestidas en contra de Bolivia, entre las cuales se cuenta el separatismo, el uso de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) para promover alternativas al liderazgo de Morales en las comunidades indígenas y otras, cuya única finalidad es erosionar el liderazgo de Evo.

El texto detalla que entre 2005 y 2006, Usaid reorientó más de 75% de sus inversiones en Bolivia a los grupos separatistas que buscaban socavar al gobierno de Evo Morales.

Pero las constantes agresiones de los opositores y del imperialismo no hacen otra cosa que fortalecer al presidente Evo Morales y al Proceso de Cambio. El pueblo y las organizaciones sociales no permitirán nunca más que la derecha servil vuelva a gobernar el país.

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