Preocupan las repercusiones económicas para Panamá por el caso Mossack Fonseca

Panamá se mantiene en el ojo de la tormenta, tras la revelación de la investigación denominada “The Panamá Papers”, que desató un escándalo por la creación de sociedades anónimas a través de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca, por parte de líderes y personalidades mundiales, para supuestamente cometer delitos de evasión fiscal.

Las consecuencias y la forma en la que el escándalo afecta al país, fueron analizadas en el programa Radar, este domingo 17 de abril.

El excontralor de la República, Alvin Weeden, dijo que no se imaginaba que el tema de la creación de sociedades anónimas [por el escándalo Mossack – Fonseca], en el país fuera tan profundo y que tuviera el volumen que tiene.

Sostuvo que el problema con las sociedades anónimas no está en el hecho de crearlas porque es completamente legal, sino en que los abogados utilicen el conocimiento jurídico para enmascarar actividades ilícitas de otro país o del propio.

Para Weeden, lo grave no es que se trate de la firma Mossack Fonseca, sino que aún hay cuatro firmas de abogados del mismo tamaño o más grande, que se dedican a lo mismo y permanecen abiertas.

También mencionó que al paso que va el país, Panamá podría quedar más retorcido, sobre todo si se sigue ignorando la gravedad del tema.

Por su parte, el economista Felipe Chapman, recalcó que las sociedades anónimas han sido una de las grandes creaciones del capitalismo moderno y hay que defender su buena utilización, ya que representa a un vehículo jurídico que permite el desarrollo del emprendimiento.

Aunque hay sociedades que se utilizan con buenos y nobles objetivos, hay otras que son utilizadas para actividades turbias y son esas las que generan ruido.

Chapman aclaró que el hecho de que un grupo de abogados que está en el sector privado y haga las cosas mal, no se tiene que desvirtuar las actividades del resto de juristas de Panamá que sí hacen las cosas bien.

Otro de los puntos que preocupa a chapman, es el daño que se le ha hecho a la marca país, por las implicaciones que podría tener esto para la economía nacional.

Para el experto en Reputación y Manejo de Crisis, Gustavo Marique, hay una relación directa entre reputación y economía y explicó que cuando un país tiene mala reputación, pierde oportunidades de inversión extranjera, las personas pierden el interés de viajar a ese país.

Explicó que lo que está pasando en Panamá actualmente pone al país en una situación muy difícil, porque la reputación tiene que ver con las decisiones que tome el país en el presente, es decir que la reputación de Panamá en el futuro depende de la forma en la que se actúe en este momento, frente a las exigencias que se le hacen en el mundo y en el territorio nacional.

El exministro de la Presidencia, Rafael Mezquita, comparó la crisis de reputación actual con lo que pasaba en la época de los 80 y que terminó con la invasión.

También dijo a pesar de los avances que tuvo el país en materia de fiscalización, con los cuales el Grupo de Acción Financiera (GAFI), sacó a Panamá de la lista gris, en el exterior se sigue teniendo la percepción de que hay serios problemas de corrupción, con la debilidad de las entidades, con un órgano Judicial que es disfuncional, con abogados dentro del gabinete que pertenecen a las empresas que forman parte del escándalo y ello mezclado con la demanda de mayor información del exterior, estalló en la cara.

El asesor de la Presidencia, Gian Castillero, destacó que se ha hecho una serie de de presunciones equivocadas, desde que se publicó la investigación “The Panama Papers”, ya que es falso que todos los clientes de la firma Mossack – Fonseca, se dedicaban a actividades ilícitas.

Castillero explicó que desde el año 2008 se dio un cambio de competencia a un sistema de cooperación internacional, en la que se implementaron nuevos requerimientos de transparencia e intercambio de información y Panamá se ha ido ajustando.

Lo que corresponde ahora es velar por la implementación de los cambios que contiene la legislación en materia de fiscalización.

Reiteró que Panamá está dispuesta a asumir compromisos de intercambio bilateral de información y en la semana pasada se hizo una ampliación del alcance del compromiso de Panamá.

“La OCDE estableció un mecanismo denominado Estándar Común de Comunicación”, y se analiza el alcance, lo que se debe dar y cuál es el procedimiento y aseguró que Panamá está preparada para analizar el estándar de la información que se va a dar, cómo se hará y con la reserva del derecho de que sea bilateral.
Se debe fijar estrategia

Manrique dijo que lo que ahora le corresponde al Gobierno es enviar un mensaje claro de la rutas que tomará Panamá en cuanto al tema, porque el hecho de no hacerlo da pie para que se en otras partes sigan hablando del país.

Una vez hecho esto, se debe iniciar a trabajar en la aplicación de esa ruta y aprovechar la oportunidad que tiene elpaís con todo el escándalo. De no hacerlo así, la crisis para Panamá podría ser muy severa.

En tanto, Weeden enfatizó que las teorías de que la investigación periodística es sensacionalismo, han surgido de los mismos abogados que integran firmas y que se quieren seguir dedicando a actividades ilícitas dentro del sistema panameño.

TVN

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