Perú | Graciela Tiburcio Loayza, activista feminista: “Una de las principales demandas es legalizar el aborto”

Por Carla Perelló, de la redacción de NODAL

En Perú la organización de los colectivos feministas avanza. En las últimas semanas se ha conocido que el Estado pidió disculpas a Noelia Llantoy por la vulneración de sus derechos porque en 2001 quedó embarazada pero los médicos diagnosticaron que el feto era anencefálico por lo que la sobrevida luego de nacer era prácticamente imposible. Le negaron el aborto y tuvo que amamantarlo hasta que falleció. Luego de ese suceso las normas cambiaron y el aborto terapéutico desde entonces es ley y un derecho humano. Ahora, ante un nuevo cambio de gabinete las autoridades debieron elegir un equipo con paridad de géneros. Las masivas movilizaciones por el 8M, convocadas a nivel internacional dejan en evidencia que la lucha crece. NODAL consultó a Graciela Tiburcio Loayza, activista feminista peruana, sobre el 8M y las movilizaciones en el Perú.

Foto: Walter Hupiu
Foto: Walter Hupiu

En la última marcha por el 8M en Perú se ha visto que las movilizaciones fueron bastante concurridas, ¿qué caracterización hace sobre la situación actual del movimiento de mujeres y feminista, ¿cómo está conformado?

Durante las últimas movilizaciones nacionales se han sumado mujeres, familias, adolescentes, niñas y personas de distintas creencias, origen étnico y clases sociales que no necesariamente se asumen feministas pero que se identifican con la lucha del movimiento y con las demandas de las mujeres: “Vivir una vida libre de violencias”. Las crecientes cifras de violencia hacia las mujeres han despertado empatía y un sentir de indignación nacional ha llevado incluso a que más adolescentes decidan pronunciarse contra la violencia machista y tomar acción para cambiar esta terrible realidad. Si nos referimos a cómo está conformado el movimiento de mujeres y feministas peruano, entonces hay que resaltar que ahora más que nunca, el movimiento está en un cambio intergeneracional muy importante. Durante la última marcha fue el bloque adolescente quien lideró gran parte de la movilización, esa es la mejor muestra de que la lucha por nuestros derechos y por vidas dignas está dando frutos.

¿Cuáles son las principales demandas y cuáles son sus desafíos para este año?

Una de las principales demandas es legalizar el aborto. Hace unos 5 años, el Congreso archivó un proyecto de ley que despenalizaba el aborto para casos de violencia sexual. La ciudadanía peruana está a favor del aborto en estos casos, en especial cuando se trata de niñas y adolescentes. Lamentablemente el actual Congreso está conformado en su mayoría por representantes fundamentalistas que se oponen rotundamente al derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos. Otra demanda vital es que se implemente el enfoque de género en las escuelas para prevenir la violencia hacia la mujer desde la niñez. En el 2016, un colectivo conservador demandó al Ministerio de Educación por transversalizar el enfoque de género en el currículo nacional de educación. El pasado 8 de marzo fue la audiencia en la Corte Suprema de Lima para decidir el futuro del enfoque dentro de las escuelas y el juez tiene 30 días máximo para dar su decisión. De ser negativa, el Perú estaría condenando a las nuevas generaciones de mujeres a seguir viviendo en una sociedad que no respeta sus vidas ni sus derechos.

Foto: Walter Hupiu
Foto: Walter Hupiu

¿Qué vínculos tiene el movimiento de su país con el resto de la región de Latinoamérica y el Caribe?

La sororidad (concepto teórico que alude a la hermandad entre mujeres, NdR) es un principio fundamental para nosotras. No somos ajenas a las violencias que viven nuestras compañeras en otras partes de la región. La violencia de género no distingue nacionalidad y, por lo tanto, nuestra lucha colectiva debe ser articulada para lograr una voz potente en toda Latinoamérica. Gracias a la diversidad de compañeras y colectivos feministas tenemos contacto con la mayoría de los movimientos de la región. El más reciente contacto fue con las compañeras de Argentina, a quienes mostramos nuestro total respaldo durante el debate para legalizar el aborto. Aquí nos movilizamos también por ellas con un plantón frente a su embajada. La asistencia de los colectivos fue asombrosa también, sobrepasamos el número de quienes habían asistido con el grupo conservador de “Con Mis Hijos No Te Metas”, y las feministas nos quedamos hasta la madrugada defendiendo el derecho a decidir.

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